Pensar el imaginario de ser mujer en América Latina es un proceso de
reconstrucción, de descolonización y de analizar la memoria cargándola de
sentido para el presente. No es lo mismo reconocerse como las nietas de las
brujas asesinadas, como ocurrió con el feminismo Europeo, que reconocerse
en la masacre de nuestras ancestras, la conversión de su cuerpo en el
instrumento para la sujeción y reproducción. Pinto a mujeres originarias de
Latinoamérica que resisten en la actualidad, ya que es la forma de conectarme
con una historia negada que las mostró como occidentales en vez de
originarias, blancas en vez de marrones y oprimidas en vez de miembros de
una cultura de la resistencia. Parto de imágenes que aparecen en la
investigación, mujeres en lucha ya que son los cuerpos de las mujeres
indígenas, mujeres originarias que resisten la invasión, la colonización, el
monocultivo, la minería, la deforestación y todo saqueo que avanza sobre sus
territorios.